jueves, 13 de diciembre de 2018

La gratitud es una práctica que genera desarrollo


Cierta ocasión tuve la oportunidad de trabajar con un jefe que a todo trabajo ejecutado y de calidad lo recibía con agrado y con el comentario "excelente trabajo gracias", cuando se lo ejecuta en los parámetros normales su comentario era "buen trabajo compañero"; pero siempre se acercaba a comentar lo mencionado a sus colaboradores; se percibía una excelente ambiente y todos trabajaban con el afán de obtener el mejor comentario.

En una divergencia de la vida trabaje con varios jefes que no sabíamos si le agrado el trabajo o le molesto porque nunca existía un comentario; sin embargo, los gritos y el mal trato no se hacían esperar, por lo que todos decíamos "para que damos algo más si sabemos que igual nada le agrada y todo le molesta". Entre ellos un jefe con espíritu perfeccionista que solo generó trabajadores autómatas que ejecutaban lo que le piden nada más, nunca existió un valor agregado, porque su política de reconocimiento estaba enfocada al aumento de sueldo del 10% al personal que genere algo extraordinario (parámetros de criterio que nadie entendía) y un requisito habilitante que tenga más de 20 años en la organización; sin embargo, con esa actitud de control y estrés laboral solo el 20% del personal tenía más de 20 años pero en el criterio de evaluación nadie lo merecía.

El reconocimiento no es cuestión de dinero, y desde luego que la organización de mayor productividad y de altos márgenes de calidad es la primera, donde todos están comprometidos y todo se debe a una mínima actitud de gratitud (reconocimiento). Con los casos expuestos debemos detenernos un momento a identificar donde estamos y si está en nuestras manos cambiar, lo hagamos; recuerde que si cambiamos nuestro metro cuadrado esta actitud es de efecto multiplicador, todos ven los resultados y emulan el procedimiento.

Un jefe rígido de carácter hostil genera solo miedo y no es el efecto que una organización necesita para su desarrollo. La disciplina proviene de reglas definidas y se establece como cultura cuando el personal se siente comprometido y se ha desarrollado el sentido de pertenencia en un buen ambiente de trabajo.

Decir: "gracias", "buen trabajo", "eres importante" y otra frases de gratitud, no cuesta nada, pero genera grandes resultados que producen crecimiento en las utilidades, optimización de recursos, innovación. Con esta estrategia la organización no invertirá dinero solo será cuestión de actitud.