sábado, 22 de febrero de 2020

Gritos de poder, un acto de violencia en el trabajo que crece continuamente

No es solo que alguien en la oficina -con mucho más frecuencia, un jefe- levante un poco la voz. Se trata de que él (o ella) formule gritos e insultos con un objetivo: lastimar. Quizá esa persona no es consciente ni siquiera de ello, o tampoco la víctima lo sea, pero gritar en el lugar de trabajo no es una costumbre; es violencia y por desgracia, suele ser la más común o al menos la más fácil de ejercer. Según una encuesta realizada en Reino Unido, 87% reportó haber sufrido violencia verbal. Burlas, insultos, provocaciones, amenazas. Se le ha llamado acoso o 'bullying', o abuso verbal, pero en general, se cataloga como violencia en el trabajo y es sumamente dañina, incluso, al igual que los golpes. "La intimidación verbal puede ser tan perjudicial en diferentes maneras como el 'bullying' físico. Con este, la meta es degradar a la víctima, haciendo parecer al agresor dominante y poderoso", explica la organización Bullying Statistics. Una definición de este abuso es la formulada por el estudio 'Verbal Abuse: The Words that Divide Impacto in Nurses and Their Perceived Solutions', el cual lo define como cualquier comunicación a través de la conducta o tono o palabras que tengan como objetivo humillar, degradar o faltar al respeto, dejando al destinatario herido emocionalmente o personal y profesionalmente devaluado.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: https://www.revistalideres.ec/lideres/favor-gritar-oficina.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
o es solo que alguien en la oficina -con mucho más frecuencia, un jefe- levante un poco la voz. Se trata de que él (o ella) formule gritos e insultos con un objetivo: lastimar. Quizá esa persona no es consciente ni siquiera de ello, o tampoco la víctima lo sea, pero gritar en el lugar de trabajo no es una costumbre; es violencia y por desgracia, suele ser la más común o al menos la más fácil de ejercer. Según una encuesta realizada en Reino Unido, 87% reportó haber sufrido violencia verbal. Burlas, insultos, provocaciones, amenazas. Se le ha llamado acoso o 'bullying', o abuso verbal, pero en general, se cataloga como violencia en el trabajo y es sumamente dañina, incluso, al igual que los golpes. "La intimidación verbal puede ser tan perjudicial en diferentes maneras como el 'bullying' físico. Con este, la meta es degradar a la víctima, haciendo parecer al agresor dominante y poderoso", explica la organización Bullying Statistics. Una definición de este abuso es la formulada por el estudio 'Verbal Abuse: The Words that Divide Impacto in Nurses and Their Perceived Solutions', el cual lo define como cualquier comunicación a través de la conducta o tono o palabras que tengan como objetivo humillar, degradar o faltar al respeto, dejando al destinatario herido emocionalmente o personal y profesionalmente devaluado. Esta conducta, según el estudio, disminuye la felicidad e impacta directamente en la productividad. En general, las mujeres suelen resultar más afectadas. Otro estudio realizado por el Instituto de Gestión de la Salud de la Universidad Nacional de Taiwán demostró que entre las violencias estudiadas- psicológica, verbal y física-, la verbal y la psicológica fueron las más comunes. En ellas es 2,5 veces más frecuente la intimidación laboral según el Workplace Bullying Institute. En México no hay cifras detalladas sobre este tipo de violencia; sin embargo, una encuesta realizada por la OCCMundial en este país arroja una luz sobre el tema: 51% de los profesionistas mexicanos ha sufrido 'bullying' laboral. Entre ellos, 18,5% ha sufrido insultos o motes y 11% amenazas, dos manifestaciones incluidas en la violencia verbal. De la violencia medida por esta encuesta, 54% señaló que esta fue ejercida por compañeros, mientras que 46% aseguraron que venía de un superior. Junto al abuso verbal, suelen venir otros tipos de violencia como el maltrato repetido, las conductas abusivas por parte de jefes y colaboradores, la productividad saboteada por otros, la conducta psicológica y física amenazadora y la intimidación y humillación, según el Workplace Bullying Institute. Así, la violencia viene en conjunto y de hecho, describe una personalidad determinada. Especialistas coinciden en que este tipo de maltrato es más comúnmente ejercida de jefes hacia subordinados y de hecho, es una de las características que definen a un tipo de liderazgo denominado 'tóxico'. Un documento publicado en la revista Workforce por Gillian Flynn describe a este tipo de líder. "El gerente que acosa, amenaza y grita. El gerente que de acuerdo con sus movimientos de humor determine el clima de la oficina en un día de trabajo", así es este tipo de jefe según este documento. Florencia Peña, antropóloga especializada en temas de 'mobbing' y acoso laboral, explica que este tipo de jefes suelen ser controladores, lo que les lleva a elevar la voz. "En esta necesidad de reafirmarse a sí mismos, ellos hacen todo bien y los demás siempre hacen todo mal, y una manera de demostrar que las cosas se les sale de control es gritar". Factores que influyen El salario.   La especialista Florencia Peña asegura que en México esta situación es crítica debido a las condiciones laborales que prevalecen en el país, entre las que se encuentra la pobreza del salario mínimo. La reacción laboral.  Peña indica que el maltrato verbal es una forma de castigo. "En una situación como la mexicana, la gente hace lo que sea por conservar el empleo. Es una violencia estructural de la sociedad", indica. En el sector público.  El 'clientelismo' - el que un jefe llegue a un puesto gracias a sus contactos y no con méritos propios- también es un factor que promueve la violencia.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: https://www.revistalideres.ec/lideres/favor-gritar-oficina.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
o es solo que alguien en la oficina -con mucho más frecuencia, un jefe- levante un poco la voz. Se trata de que él (o ella) formule gritos e insultos con un objetivo: lastimar. Quizá esa persona no es consciente ni siquiera de ello, o tampoco la víctima lo sea, pero gritar en el lugar de trabajo no es una costumbre; es violencia y por desgracia, suele ser la más común o al menos la más fácil de ejercer. Según una encuesta realizada en Reino Unido, 87% reportó haber sufrido violencia verbal. Burlas, insultos, provocaciones, amenazas. Se le ha llamado acoso o 'bullying', o abuso verbal, pero en general, se cataloga como violencia en el trabajo y es sumamente dañina, incluso, al igual que los golpes. "La intimidación verbal puede ser tan perjudicial en diferentes maneras como el 'bullying' físico. Con este, la meta es degradar a la víctima, haciendo parecer al agresor dominante y poderoso", explica la organización Bullying Statistics. Una definición de este abuso es la formulada por el estudio 'Verbal Abuse: The Words that Divide Impacto in Nurses and Their Perceived Solutions', el cual lo define como cualquier comunicación a través de la conducta o tono o palabras que tengan como objetivo humillar, degradar o faltar al respeto, dejando al destinatario herido emocionalmente o personal y profesionalmente devaluado. Esta conducta, según el estudio, disminuye la felicidad e impacta directamente en la productividad. En general, las mujeres suelen resultar más afectadas. Otro estudio realizado por el Instituto de Gestión de la Salud de la Universidad Nacional de Taiwán demostró que entre las violencias estudiadas- psicológica, verbal y física-, la verbal y la psicológica fueron las más comunes. En ellas es 2,5 veces más frecuente la intimidación laboral según el Workplace Bullying Institute. En México no hay cifras detalladas sobre este tipo de violencia; sin embargo, una encuesta realizada por la OCCMundial en este país arroja una luz sobre el tema: 51% de los profesionistas mexicanos ha sufrido 'bullying' laboral. Entre ellos, 18,5% ha sufrido insultos o motes y 11% amenazas, dos manifestaciones incluidas en la violencia verbal. De la violencia medida por esta encuesta, 54% señaló que esta fue ejercida por compañeros, mientras que 46% aseguraron que venía de un superior. Junto al abuso verbal, suelen venir otros tipos de violencia como el maltrato repetido, las conductas abusivas por parte de jefes y colaboradores, la productividad saboteada por otros, la conducta psicológica y física amenazadora y la intimidación y humillación, según el Workplace Bullying Institute. Así, la violencia viene en conjunto y de hecho, describe una personalidad determinada. Especialistas coinciden en que este tipo de maltrato es más comúnmente ejercida de jefes hacia subordinados y de hecho, es una de las características que definen a un tipo de liderazgo denominado 'tóxico'. Un documento publicado en la revista Workforce por Gillian Flynn describe a este tipo de líder. "El gerente que acosa, amenaza y grita. El gerente que de acuerdo con sus movimientos de humor determine el clima de la oficina en un día de trabajo", así es este tipo de jefe según este documento. Florencia Peña, antropóloga especializada en temas de 'mobbing' y acoso laboral, explica que este tipo de jefes suelen ser controladores, lo que les lleva a elevar la voz. "En esta necesidad de reafirmarse a sí mismos, ellos hacen todo bien y los demás siempre hacen todo mal, y una manera de demostrar que las cosas se les sale de control es gritar". Factores que influyen El salario.   La especialista Florencia Peña asegura que en México esta situación es crítica debido a las condiciones laborales que prevalecen en el país, entre las que se encuentra la pobreza del salario mínimo. La reacción laboral.  Peña indica que el maltrato verbal es una forma de castigo. "En una situación como la mexicana, la gente hace lo que sea por conservar el empleo. Es una violencia estructural de la sociedad", indica. En el sector público.  El 'clientelismo' - el que un jefe llegue a un puesto gracias a sus contactos y no con méritos propios- también es un factor que promueve la violencia.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: https://www.revistalideres.ec/lideres/favor-gritar-oficina.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
No es solo que alguien en la oficina -con mucho más frecuencia, un jefe- levante un poco la voz. Se trata de que él (o ella) formule gritos e insultos con un objetivo: lastimar. Quizá esa persona no es consciente ni siquiera de ello, o tampoco la víctima lo sea, pero gritar en el lugar de trabajo no es una costumbre; es violencia y por desgracia, suele ser la más común o al menos la más fácil de ejercer. Según una encuesta realizada en Reino Unido, 87% reportó haber sufrido violencia verbal. Burlas, insultos, provocaciones, amenazas. Se le ha llamado acoso o 'bullying', o abuso verbal, pero en general, se cataloga como violencia en el trabajo y es sumamente dañina, incluso, al igual que los golpes. "La intimidación verbal puede ser tan perjudicial en diferentes maneras como el 'bullying' físico. Con este, la meta es degradar a la víctima, haciendo parecer al agresor dominante y poderoso", explica la organización Bullying Statistics. Una definición de este abuso es la formulada por el estudio 'Verbal Abuse: The Words that Divide Impacto in Nurses and Their Perceived Solutions', el cual lo define como cualquier comunicación a través de la conducta o tono o palabras que tengan como objetivo humillar, degradar o faltar al respeto, dejando al destinatario herido emocionalmente o personal y profesionalmente devaluado.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: https://www.revistalideres.ec/lideres/favor-gritar-oficina.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com

Según un artículo de la revista Workforce por Gillian Flynn describe que existen los supuestos lideres que comúnmente son conocidos como el gerente que acosa, amenaza y grita; pero se puede explicar el comportamiento de este tipo de "jefes", ellos  tienen una actitud controladora y su reacción es levantar la voz, pero siempre es el efecto de un supuesto perfeccionismo, arraigado en el concepto de que solo el sabe como hacer bien las cosas, y los gritos es una reacción de que no sabe como proceder y que la situación se le esta saliendo de control.
  
Así también, existen personas que están en una etapa de crecimiento en las organizaciones, que quieren sentir el poder como algo muy suyo, y ante su ausencia, buscan aliarse con el nivel Directivo, para sentirse protegidos y con autoridad. Lo complicado es que son personas manipuladoras que llegan a convencer a los jefes (los que acostumbran a gritar) y estos ceden competencias, o muchas veces otorgan privilegios que generan malestar.

Escuche una frase que decía "los buenos pueden convertirse en villanos en una historia mal contada".

Estaba en la puerta principal y presencie una escena triste en una organización, un jefe gritón, manipulado por una empleada, trataba mal a un guardia, encargado de la seguridad, sin darle oportunidad de explicar su versión de lo acontecido, solo consumido por los malos comentarios recibidos; y, solo exponía su poder, gritando en medio de otras personas, que sin saber lo acontecido, solo diferenciaban quien era el que mandaba y sabían que esa no era la manera. Mientras tanto el jefe se sentía satisfecho, por su percepción de haber protegido a su amiga.

En un caso distinto, una organización recientemente había contratado un nuevo equipo de seguridad, que cumplía su primer día de trabajo, en la noche el Gerente General, que había olvidado la tarjeta del club y sus identificación en la oficina,  se dirigía a la empresa con sus amigos, para retirar la tarjeta y tener el acceso al club para disfrutar con ellos, inmediatamente había llegado a la empresa, el nuevo guardia no le permitió el acceso, por no tener su identificación, que era parte del procedimiento de seguridad. El Gerente se retiro y sus amigos no entendían, como al ser la máxima autoridad, no hizo nada. Al siguiente día el Gerente se acercó al guardia y se presentó, el guardia apenado pidió disculpas, pero el Gerente le felicito porque hacía muy bien su trabajo.

La segunda historia es digna de ser copiada, porque demuestra el profesionalismo y su capacidad de liderazgo. Es importante diferenciar la actitud en los dos casos, porque no es sinónimo de poder, el maltrato a los colaboradores, no podemos denigrar a la gente y pensar que podemos hacer o decir lo que pensamos. Con esta actitud, cada día, se pierde seguidores y ellos replican su malestar con otros o son informantes exagerados de su comportamiento, generando más personas que sin conocerlo, han creado una percepción de su mala capacidad para liderar.

Si usted es parte de la primera historia, ya perdió, es un jefe sin seguidores de convicción y solo tiene empleados que trabajan por una remuneración, así que no exija innovación, no se queje de su declive, porque su trabajo puede ser saboteado continuamente, y un resbalón suyo inmediatamente estará maximizado, en conocimiento de sus jefes.

Un día la empresa le reemplazará y sus supuestos amigos se sentirán aliviados, al no tener que seguir fingiendo que usted es bueno, inmediatamente pasará a la lista negra de los colaboradores, como esa persona que esperan con ansias que se vaya, exageraría pero ese día habrá festejo por su salida, pero al día 1 de su retiro, se habrá terminado su poder y cuando regrese por algo, nadie le ayudará y buscarán la manera que hacerlo esperar o entregarle la información con errores.

No malgaste su vida amargado, porque el mundo no calza en sus zapatos, sino festeje sus logros y utilice el poder alcanzado en la organización para hacer el bien, valore a las personas que le rodean y que continuamente trabajan, para que su gestión supere los resultados esperados, ellos tienen fe en usted, y esperan mucho, saben que como una profecía, un día llegará el jefe ideal y no bajan los brazos esperando que ese sea usted.

Es verdad que existen muchas personas que hacen daño a la organización y son personas tóxicas que contaminan el ambiente, pero su responsabilidad será buscar las estrategias que permitan, ingresar a estas personas a cuarentena, y seguir impulsando acciones que los libere, que los corrija o en el peor de los casos que los separe, el resto entenderá que actúa buscando el bien común.

Si hace esto, ya triunfó, inicialmente no será un logro económico, sino de tranquilidad y satisfacción, pero a continuación vendrá la buena paga por su actitud y persistencia.



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viernes, 7 de febrero de 2020

Colaboradores conflictivos

 
En nuestro entorno laboral tenemos un sin número de criterios y aptitudes, dentro de los cuales se destaca la labor de los líderes, que estan buscando continuamente estrategias, para mejorar las condiciones de sus colaboradores y que se pueda crear un excelente clima laboral.

Es un ambiente donde se han entregado las herramientas necesarias, las oportunidades y el reconocimiento mediante acciones de mejoramiento de salarios monetarios y emocionales, pero no todos los colaboradores estan respondiendo como se esperaba, ¿cual es el problema?.

El lider ya identificó el problema, es un colaborador que no tiene actitud para el trabajo, él está influyendo indirectamente en sus compañeros y presenta las siguientes caracteristicas:
  • No entrega las actividades en los tiempos previstos
  • No se preocupa en actualizar sus conocimientos para las nuevas exigencias
  • Llega siempre tarde
  • Abusa del horario destinado para el almuerzo
  • Cuando el jefe se ausenta el trabajo, cree que es la oportunidad para no hacer nada y atender sus asuntos personales.
  • Siempre hace comentarios en contra de los jefes
  • Hace uso de permisos argumentando enfermedad u otros asuntos de calamidad doméstica.
Pero el lider insiste, que existen acciones que pueden mejorar su actitud, y se siente culpable de no encontrar las estrategias  adecuadas. El colaborador ya estudió al jefe y sabe que puede aprovechar esta oportunidad y como no existen correctivos, el sigue demostrando desinteres en todo, y ha empezado a convencer a ciertos colaboradores, de no preocuparse que entregar un valor agregado.

Se observa que el lider hace todo lo posible para que el nivel directivo comprenda que el clima organizacional, es la estrategia adecuada para maximizar la productividad de la organización, también trabaja constantemente para generar resultados; por eso, tiene que cumplir los plazos y entregar resultados que superen los indicadores planificados, el jefe tiene dos responsabilidades, los resultados y mejorar el clima laboral, tiene unos días de extrema exigencia, pasa en todo lado, coordinando las actividades, sin espacios de descanso, mientras tanto ciertos colaboradores estan descansando, no les interesa que existe asuntos pendientes y lo único que esperan, es la hora de salir de la jornada y que llegue fin de mes para cobrar su salario.

Esta historia lo podemos estar viviendo, pero debemos entender como administradores, que el fin del clima laboral es generar un incremento en la producción, mediante el bienestar de las personas, pero si tenemos un colaborador de caracteristicas conflictivas, se debe tomar acciones inmediatas, ya le dimos todas las comodidades, las herramientas para su trabajo, pero no existe resultados, entonces el problema no es usted, es el colaborador. 

Sun Tzu, en el arte de la guerra, explica que si las ordenenes son claras y se brindo todo el entrenamiento necesario y las facilidades, entonces es el momento de cortar cabezas, esto nos enseña, que a los malos colaboradores se los debe desvincular de la organización, para que entienda el resto que nuestro accionar esta enfocado en el desarrollo de la organización y que no hay lugar para mediocres, que no quieren ser parte del cambio. 

Muchos jefes no dicen nada, porque no quieren generar malestar en la organización, pero es importante ser estricto para generar disciplina. Los colaboradores deben entender que mientras mayor es la confianza, debe ser mayor el respeto y que el resultado, es la acción coordinada de los dos bandos, la organización y sus líderes entregan su aporte, generan bienestar y los colaboradores deben generar resultados.

Evite ser quien genera el mal ejemplo porque nunca podrá exigir, su condición moral será mayor que las acciones correctivas necesarias de la organización, no tenga miedo en evaluar en promedio bajo a su personal, ellos deben entender que no es solo su responsabilidad y que ya es el momento de ver los resultados. Pero tampoco desmaye en sus acciones de bienestar porque el impacto es hacia la mayoría; todo lo descrito solo son casos atípicos que no se alinean a nuestros intereses, y si en nuestra organización no tenemos este problemas, siempre tenemos que estar preparados para cuando se presente.  

Por: Marco Benalcázar Bolaños