viernes, 11 de marzo de 2022

UN ESTADO ENFERMO, CON LÍDERES CORRUPTOS

                                                                               Imagen https://guerrerohabla.com/

UN ESTADO ENFERMO, CON LÍDERES CORRUPTOS

¿Para qué trabajamos tanto?, ¿para qué nos capacitamos?, si en las Instituciones del Estado, los puestos de confianza lo asumen personas que no tienen las competencias y generan disposiciones que se contraponen a l
as normas y procedimientos establecidos.

La gestión de muchos jefes se enfoca a generar acciones, para satisfacer intereses personales, sabiendo que su gestión es temporal; así desfalcan al Estado, a vista y paciencia de muchos. Es un secreto a voces que todos conocemos, pero nos sentimos impotentes de no poder hacer algo.

Contratan a gusto y placer, camuflan procesos de selección, incrementando varios cupos que lo justifican con la “necesidad institucional”, para que ingresen familiares, amigo y con eso no se deja evidencia que el proceso se lo hizo para dirigir a una persona.

Ubican en puestos de decisión a personas que nunca han dominado el tema y creen que con saber delegar y dar disposiciones ya pueden gestionar, mientras tanto los que hicieron carrera, se prepararon y alcanzaron la experiencia necesaria, son su mano de obra, que no merece motivación, que no merece nada, solo seguirán siendo la clase explotada, que debe cumplir las disposiciones y “hacer lo que ellos dicen”.

Por eso, las instituciones del Estado no surgen, pueden tener 100 años de historia, pero siguen siendo las mismas que cuando tenían uno o dos años, el único cambio es que se han disparado en los índices de masa salarial, por las extensas nóminas de tanto burócrata que no aporta y solo entorpece la dinámica que requieren los procesos.

Si alguien les dice que no es así o no se puede, lo ven como un enemigo de la gestión y buscan la manera de conseguir su movimiento administrativo, a un puesto donde no influya o simplemente confabulan para obtener su decisión de desvinculación.

Esas son las mafias que tienen las organizaciones y sus actitudes dejan una cultura organizacional, que para eso si tiene sucesión, porque cuando se van, asume otro mediocre. Creen desde su perspectiva que todo esa bien y eso les ha pasado a muchos personajes de la historia, pero como dicen, quién no conoce su historia está destinado a repetirla.

¿Qué podemos hacer?, la respuesta simple es NADA porque el Estado esta contaminado en su totalidad y si tiene dudas revise a su alrededor y en todo encontrará corrupción, en cosas mínimas como: borrarse permisos para tener más días disponibles para uso de la licencia anual, en asignar parqueaderos a los amigos, en tener el servicio de transporte institucional que la ruta se desvía solo para que utilice la amiga o amigo del jefe.

Entonces si usted ve el problema y busca siempre el camino fácil, no se queje que sus acciones siguen aportando a la enfermedad, pero si decide cambiar, no importa lo grande o insignificante que puedan ser las acciones, se sentirá bien, porque esta haciendo lo correcto y no deje que influya en usted las burlas o el desprecio, porque es mejor una conciencia tranquila que una vida social falsa.