miércoles, 30 de septiembre de 2020

Migajas por el postre, un escenario desfavorable para la organización

 


El egoísmo personal, limita el desarrollo organizacional; como era costumbre todos los días en el horario de almuerzo, compartíamos con amigos un espacio para conversar sobre nuestros problemas, ideas de mejora y muchos nos decían “ya están reinventando la organización”. Tenían razón, soñábamos en algo mejor, y creíamos tener las soluciones, porque en los niveles bajos, es donde se vivía los problemas organizacionales. Posiblemente carecíamos del pensamiento estratégico para entender las decisiones del nivel directivo, pero existían muchas cosas que eran verdades que nadie quería ver.

Nuestra organización era parte del sistema público y estábamos continuamente limitados en el ámbito financiero, cada año reducían el presupuesto, pero existía compromiso y empoderamiento. Muchos buscaron alternativas para cumplir las metas a pesar de las limitaciones; implementando estrategias de optimización de recursos, autogestión y otras más. Esto fue muy bien visto por el nivel directivo y empezaron a recompensar estas iniciativas, con reconocimientos honoríficos, que motive positivamente su desempeño. Con el pasar de los años  estos reconocimientos tuvieron una bonificación, en puntos que a futuro les permitía acceder a un ascenso.

Nuestro entorno empezó a cambiar, porque a quién no le interesaba acceder a un puesto de mayor jerarquía, con mejor remuneración. Entonces las personas abusaron de esta estrategia, porque como les comentaba a mis amigos, mientras degustaba del menú del día; ya nadie quiere hacer nada nuevo en su proceso, no se ve iniciativa que mejore la razón de ser de nuestra organización, porque muchos se dedicaron a mendigar, en nombre de la organización.

Les ponía como ejemplo; van a una institución y el discurso puede ser “somos de la organización Don Luchito, y no tenemos recursos, será posible que nos regalen unos kilos de cemento, para pavimentar el ingreso a las instalaciones que ya se encuentran deterioradas”. En muchos casos conseguían la caridad de las instituciones privadas que disponían de los recursos, pero ¿cuál era el costo?; El nombre de la organización empezó a quedar en la memoria de muchas instituciones por las acciones de mendicidad que era continuo. Pero el nivel directivo seguía premiando estas iniciativas de sus colaboradores; y, cambiaron el escenario, ahora realizar un proyecto innovador en cada área técnica, no tenía peso para un reconocimiento, lo veían como algo normal y parte de su trabajo.

Varios colaboradores estaban desmotivados, porque en el área de talento humano que existían 14 unidades desconcentradas, solo una presentó un proyecto y le dijeron que era parte de su trabajo, pero el análisis que hacíamos con mis amigos, era si es parte de su trabajo, debería existir 14 proyectos, pero solo existe uno; sin embargo, fue reconocida una unidad que gestiono la donación de equipos de protección personal.

Como esta el posicionamiento de la organización, será que confían en nuestro trabajo, cuando muchos saben que el técnico en inversiones es experto en temas de jardinería. Lo peor de todo es que con tantos favores, estábamos comprometidos con medio mundo y eso esta clarísimo que en cualquier momento nos pueden cobrar el favor, considerando que nuestra organización se encargaba de regular el uso de los recursos y permiso de construcciones. Estábamos comprometiendo mucho a cambio de migajas que atendían las proyecciones personales.

Sino queremos que tener esta realidad, es necesario que las organizaciones enfoquen su mirada en lo que realmente importa, cumplir nuestra misión y fortalecer las estrategias para alcanzar la visión; así también, reconocer el trabajo de valor, promoviendo el desempeño eficiente que les permita potenciar el empoderamiento, sin desviar la atención a temas efímeros que se diluyen, pero que en muchos casos dejan huellas que no se puede borrar y obliga a las siguientes generaciones a pagar deudas, en muchos casos que exigen desviarse de los principios y valores, que marca la convivencia de una sociedad ordenada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario